Wednesday, April 11, 2007

Mi primera misión

Muchachos disculpen que suba en el blog algo fuera del círculo, pero muero por compartir con ustedes lo maravilloso que fue para mi irme de misiones a una comisaría de nombre Corral, en Tzucacab. Estoy conciente de que no puedo detallar cada una de mis aventuras y de todo lo que viví, pero les aseguro que fue fantástico el sólo hecho de conocer gente amable y buena, sobretodo con una nobleza que hacía mucho no encontraba en la gente que comúnmente me rodea.
Resulta que del 31 de marzo al 8 de abril, fui enviada de misiones al lugar antes mencionado, luego de unos cuatro años de no salir y permancecer en la casa central apoyando igual sólo que aquí en la ciudad durante el triduo pascual, sin embargo este año las circunstancias me favorecieron y decidí ir a dar un poco de mi tiempo y según de mis conocimientos religiosos. la sorpresa fue mía cuando descubrí que la gente no esperaba a la licenciada ni a la profesional, mucho menos a una experta en materia de religión, sino simplemente al misionero(a), es decir mi persona. Ellos esperaban ansiosos la llegada del misionero que iba a compartir su perosna, a la que iba a llevar sencillamente a Dios, en cada casa, esperaban a la que iba a compartir no sólo palabras si no experiencias de cualquier índole. A veces nuestra soberbia nos empuja a creer que ellos están necesitados de nosotros o de Dios, cuando también el misionero carece de muchas otras cosas. Pude ver que lo que le falta de humildad a los misioneros y sencillez a ellos les sobra en analfabetización. Los niños de aquel lugar tienen ahora el privilegio de ir a las escuelas pero aquellos que tuvieron que dejar la escuela para trabajar y aportar el gasto en la casa familiar se perivaron de aprender aunque sea a leer y escribir.
Mi curiosidad y me afán por saber que se siente ir a misionar se vió nublado por algunas de las razones mencionadas, pero el amor y el servicio que estaba dispuesta a brindarle a quel lugar hizo que formara parte de Corrral aunque sólo haya sido durante una semana y les aseguro que por unos días me sentí distinta y aceptada no por unos cuantos si no por todos los de ahí. Que mejor experiencia que la de convivir con los problemas cotidianos de ese lugar y la atención amable que niños y adultos te proporcionaban. Fue una semana mágica por algunos momentos se notaba alegría y los momentos tristes desparecían sólo con nuestra presencia; saber que podías llevar amor o consuelo a la gente de ahí daba sentido anuestras vidas, al menos a la mía si.

Que ironía la mía al pensar que iba a enseñar cuando fueron ellos los que me enseñaron a mi. Ahora si alguien me pregunta en que consiste ser misionera les diré que no sólo es llevar la palabra de Dios y de Jesucristo, sino también brindar nuestro tiempo y nuestro servicio a cualquier comunidad o al que lo desee. EN OTRAS PALABRAS "MISIONAR ES DARTE TÚ MISMA A LOS DEMÁS, LO MUCHO O POCO QUE TENGAS PARA DAR DE TI".

Del lugar me enamoré, tal vez por sus áreas verdes y sus cerros, abunda en esta época la sandía y los elotes, estos fueron clave para anclar en mi mente momentos inolvidables y que puedo decir de las tortillas hechas a mano aunque no sean mis preferidas.

Gracias a la vida por darme la oportunidad de vivir esta experiencia, fui con la intención de dar un poco de mi tiempo y un poco de todo lo que me fuera posible, en cambio ellos me dieron mucho más que eso, me dieron todo.

Regresé sin decirles que enriquecieron una parte de mi vida, en cambio ellos se quedaron con sus mismas necesidades a menos que las autoridades correspondientes decidan a solucionar esas necesidades esenciales, puesto que no pueden tener una formación espiritual o religiosa cuando les falta la parte material.

atte. Ledy diana

2 comments:

Erika López said...

Caramba Ledy, lo que nos relatas es en verdad hermoso y tienes mucha sabiduría en tus palabras. Ojalá y la próxima vez no te quedes sola con tus experiencias y nos las compartas para vivirlas contigo, siempre que se pueda, o bien, ayudar a la comunidad.

Dy said...

Gracias Érika, te aseguro que tomaré en cuenta tu sugerencia y cuenta en que la próxima vez te invitaré acompartir conmigo ese tipo e experiencias que te dejan un buen sabor de boca.